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EMERGíA: un performance en las capitales latinoamericanas. Memoria.
A mediados del mes de noviembre del 2008 se realizó en las instalaciones del Museo de Arte de la Universidad Nacional, el performance Emergía Bogotá, coordinado por el artista mexicano Miguel Rodríguez Sepúlveda. El vídeo realizado durante el performance, se exhibió en una de las salas del Museo de Arte hasta el pasado 31 de enero. El vídeo que ustedes pueden consultar parcialmente en Internet siguiendo el siguiente enlace, da cuenta del proyecto de este artista mexicano que se extiende desde hace algunos años por las ciudades de América Latina. Emergía Bogotá es la tercer performance luego de haberse desarrollado en Caracas (2007) y Quito (2008). Según el artista esta performance “está compuesta por una serie de obras en la que se especula sobre la condición de los referentes culturales dentro del proceso histórico, político y social de Latinoamérica y los esfuerzos necesarios para el proceso, propiciando una serie de preguntas sobre la identidad, los destinos, las pertinencias, los resultados y los costos. Estas reflexiones se reflejan en el esfuerzo de un grupo de personas que realizan un trabajo físico aparentemente inútil y el sudor de estos que deslavan una imagen pintada en su espalda”.
En este sentido la acción plástica tiende a recoger algunos íconos locales que han quedado guardados en el imaginario colectivo; en el caso colombiano: Jorge Eliecer Gaitán, Juan Valdez, el mapa de Colombia, la paloma de la paz y Pablo Escobar. Tales íconos se pintan con tinta gracias a una plantilla, uno a uno sobre las espaldas de algunos voluntarios que el artista ha contactado previamente. Estas imágenes a causa del sudor que desprenden los cuerpos que trotan in situ por varios minutos se desdibujan, generándose una nueva imagen que tiene rastros de la primera, la cual va a imprimirse en un papel al finalizar la acción plástica.
Este trabajo es bastante interesante, pues no solamente conecta varias ciudades de nuestro continente bajo la premisa de la emergía, fuerza útil (exergía) que produce algo igualmente útil, en este caso una imagen. Los cuerpos sirven de soporte y motor para realizar unas obras en papel. Esta acción nos recuerda en algo las famosas “antropometrías” realizadas por el artista francés Yves Klein, quien utilizaba el cuerpo de sus modelos para generar impresiones en algunas telas. Los cuerpos en este caso de emergía, generan el sudor el cual se mezcla con la tinta de los dibujos impresos en sus espaldas creando una imagen que el artista imprime varias veces. Viéndolo desarrollar esta acción, no podemos ignorar el referente cristiano de la Verónica, que imprime el rostro sagrado de Jesús en un manto. Claro, en la obra todo referente religioso está excluido pero la idea de secar el sudor y dejar un rastro de ese cuerpo en una superficie blanca, nos lleva siempre a pensar en este referente cristiano.
Otro elemento que me interesa resaltar, es la conjunción de varios cuerpos, que trotan mirando una pared sin ir a ninguna parte, mientras esos íconos que habitan el imaginario colectivo de Caracas, Quito y Bogotá, se transforman en otra cosa, en otra imagen. Y ahora me pregunto ¿acaso no es ese el papel del toda sociedad? Indudablemente las ciudades y los países escogidos por Rodríguez Sepúlveda tienen una razón de ser: unidas por unas fronteras físicas pero al mismo tiempo separadas por unas fronteras ideológicas bastante fuertes. El mirar una pared en blanco mientras transformamos corriendo in situ, esas imágenes que llevamos a nuestras espaldas, imágenes de nuestra propia memoria colectiva, puede significar el mirar más allá de nuestros propios límites. Sin lugar a dudas varias lecturas pueden desprenderse de esta acción plástica, pero la que más me interesa resaltar para guardar en la memoria, es que los cuerpos hablan de unas fronteras, de unos límites que se pueden desdibujar pero solamente si se está en movimiento.
Ricardo Arcos-Palma.
Bogotá 3 de febrero del 2008.
EMERGíA: a performance in Latin American capital cities. Record.
Emergia Bogotá, an action coordinated by the artist Miguel Rodríguez Sepúlveda, was performed in November 2008 at the Museo de Arte de la Universidad Nacional. The video recording of the event, which was exhibited in one of the museum’s halls until January 31, 2009 and is now partially available on the Internet, accounts for a project developed across Latin America by this Mexican artist over the past few years. Emergía Bogotáfollows the performances previously carried out in Caracas, Venezuela (2007) and in Quito, Ecuador (2008). According to the artist, “it is made up by a series of artworks speculating on the condition of cultural referents within Latin American historic, social and political processes from the point of view of the efforts necessary for producing them. In this way, Emergia seeks to initiate questions about identity and destinations, their outcomes and their costs. Such questions are represented through the effort of a group of participants performing an apparently useless physical task of which the waste product, sweat, ends up dissolving an image painted on their backs.”
The plastic action works by picking out local icons that have remained stored in the collective imaginary, which in the Colombian case include Jorge Eliecer Gaitán, Juan Valdez, Colombia’s map, the peace dove and Pablo Escobar. These are painted by means of ink and a template, one by one on the backs of previously contacted volunteers. When the volunteers execute the performance by jogging in place during several minutes, their sweating causes the images to blur, and a new image emerges from the traces of the first which is going to be printed on a paper at the end of the action.
This work is quite interesting for it not only connects various cities of our continent under the premise of emergy, useful force which produces something equally useful, in this case an image. It also uses bodies as base and engine for producing works in paper. This action reminds us of the famous “anthropométries” by Yves Klein, who used the bodies of his models as “living brushes” to paint on canvases. In Emergia the bodies generate the sweat that serves as solvent for the ink and thus generates an image that the artist prints a number of times. Watching him develop this action, we cannot ignore the Christian referent of Veronica, who prints the sacred face of Jesus on a blanket. Of course, the work itself is not religious, but the idea of drying the sweat and leaving a trace of that body on a white surface always leads us to think about the Christian referent.
Another element I wish to underscore is the conjunction of several bodies jogging in front of a wall, going nowhere, while those icons that populate the collective imaginary of Caracas, Quito, and Bogotá, are transformed into something else, another image. And I now ask myself: is it not such the role of every society? Undoubtedly, all the cities and countries chosen by Rodríguez Sepúlveda, united by physical frontiers though separated by ideological ones, have a purpose. To look at a blank wall while we jog in place and transform the images on our backs might mean to see beyond our own limitations. There is no doubt that the same work can accomodate many other interpretations, but the one that interests me the most is that the bodies speak about frontiers and limits that can be blurred if and only if there is movement going on.
Ricardo Arcos-Palma.
Bogotá, February 3, 2008.