APROXIMACIONES A LA CIENCIA Y EL OCIO; Carlos Aranda Márquez; 2012

Aproximaciones a la ciencia y el ocio

¿Cómo entender el proceso creador? Para Miguel Rodríguez Sepúlveda, artista de nacionalidad tan extraña (cerroazultampiqueñoregio) como su forma de trabajar, el arte es un área de investigación continua donde ciertos postulados de la física, la economía, la psicología o la filosofía son puestos al servicio de su mente curiosa e incansable.

            La ciencia y el ocio de Miguel Rodríguez Sepúlveda confirma su búsqueda enciclopédica. Entre sus primeras piezas de fotografía y video, emprendidas hace más de quince años, y las obras actuales, todas son detonadas a partir de una premisa: “¿qué pasa si…?”.  Es importante tener en cuenta que si bien estas tres piezas: Preludio, Resplandor y Alacranes en celo están resueltas en lenguajes contemporáneos como la videoinstalación, artes electrónicas por citar lo más obvio, lo cierto es que sus ideas y articulaciones parten de ideas planteadas desde los siglos XVII y XVIII.

 En más de una ocasión parte desde la incredulidad de una ley aceptada para desarrollar un video o una acción sin aparente beneficio. Por eso, nos atrevemos a proponer una nueva lectura de un pequeño canon de obras que encajarían perfectamente en un wunderkamera o gabinete de curiosidades pseudo/científicas del siglo XVII, donde determinados objetos están colocados en una zona de indeterminación: a).- ¿son arte?, b).- ¿Capriccios científicos? c).- ¿Rarezas que podrían estar en un libro de subastas de mercado de pulgas? Cualquiera que haya marcado o ninguna, usted acertó.

 La ciencia y el ocio es una exposición que compila una parte del cosmos de obras de Miguel Rodríguez Sepúlveda, quien después de estudiar arquitectura, fotografía, ingeniería, entre muchas otras materias, una mañana descubrió que lo único que podría englobar todos sus intereses era dedicarse al arte pero que no abandonaría jamás su vida de chacharero, lector, fláneur harapero como designa Walter Benjamin a los de su tipo errante, siempre a mitad de camino entre CerroazulTampicoMonterrey y el resto del mundo.

Esto ya nos da mucho para pensar en qué exposición estamos involucrados como espectadores. Preludio está esbozada en las preocupaciones de la filosofía sobre la Otredad. Los seres humanos nos comportamos de un determinado modo porque estamos condicionados por nuestra educación que nos exige tratar a los demás como queremos ser tratados pero Rodríguez Sepúlveda tensa este aparente estado de las relaciones humanas. La pieza nos pregunta: ¿cuánto toleramos al otro? ¿Qué estaríamos dispuestos a tolerar y qué pasa si…?  Como seres finitos basamos nuestras relaciones en la mutua confianza, pero siempre nos estamos columpiando entre ésta y una delicada  tensión de violencia implícita en los procesos de tolerancia. Para Baudrillard hasta los seres queridos son unos extraños, ya Jean Paul Sartre escribía que “el infierno son los otros…”

Resplandor es el eco natural de todas las investigaciones sobre la luz, desde los griegos hasta nuestros días. ¿Porqué es importante investigar su comportamiento? Las artes plásticas, la fotografía, el cine y sus hijos, el video y la multimedia la utilizan como sustento. Si Claude Monet investigó este elemento constitutivo en su pintura y se adelantó 60 años a Martin Heiddeger sobre la naturaleza del tiempo y Einstein dictamina que la velocidad de la luz determina las reglas generales de la relatividad. Resplandor es una reflexión sobre la percepción y se debe jugar con sus reglas internas para poderse disfrutar. El artista plantea esta pieza como un sutil reflejo de las dinámicas en las relaciones humanas, esta obra se activa con la cercanía y/o distancia entre las personas, y su obvia reflexión tiene que ver con cómo se relacionan los espectadores entre sí. 

 Alacranes en celo pone a prueba nuestro sentido de lo sublime. Sus relaciones de poder y supervivencia trazan un dibujo delicado y la escala de la pieza puede provocarnos horror e incertidumbre pero nos permite asomarnos a nuestro mundo contemporáneo tan turbulento. Michel Foucault dice que todas las relaciones humanas están basadas en relaciones de poder y que la parresía es lo único que puede permitir establecer relaciones de igualdad.

La ciencia y el ocio pone en movimiento ideas universales desde una perspectiva artística. El artista utiliza a la ciencia como un mecanismo para invitar al espectador a participar en las obras. Su ambigüedad entre obra y capricho acentúa las tensiones que Miguel Rodríguez Sepúlveda quiere que tomemos en cuenta, ya sea para alcanzar una experiencia estética o para provocar una catarsis.

Carlos Aranda Márquez

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