Mi historia

Soy Miguel Rodríguez Sepúlveda, un artista originario de la Huasteca Veracruzana viviendo en Monterrey NL y al mismo tiempo con un pié siempre en Ciudad de México, donde viví casi 20 años.

Ya antes había vivido en Monterrey cuando vine a estudiar una ingeniería en electrónica. Fue entonces que conocí la efervescencia del arte en los 90s con el recién inaugurado MARCO Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey y el ahora extinto Museo Monterrey.

Me voló la cabeza y aún más la posibilidad de dedicarme al arte.

Por una extraña razón en vez de estudiar artes, me cambié a arquitectura y ahí fue donde inició una carrera de carreras. Entré, además, a estudiar fotografía y psicología.

Finalmente me inscribí a una licenciatura en artes visuales en la cual duré apenas un semestre y regresé a mi carrera de carreras sumando 10 años de universidad en universidad.

Al final, después de haber pensado mucho que era lo que quería de mi vida, me quedó claro que el arte era mi camino y desde entonces me dedico a gestionar y materializar mis propios proyectos. A veces fotografía, aunque también muchas acciones, instalaciones, esculturas, pinturas, objetos y por raro que parezca, acuarelas, que es mi herencia de la escuela de arquitectura, pues en ese entonces todas las representaciones las hacíamos a mano.

Es por eso que todavía hoy la gran mayoría de mis bocetos son acuarelas.

Aún habiendo abandonado el estudio de ingeniería siempre disfruté y fuí bueno para las matemáticas y física que me permitieron cultivar un pensamiento lógico.

En especial las leyes de la termodinámica que me hicieron ver en todo mi alrededor que siempre que algo se transforma, lo que se gana o pierde va o viene de otro lugar manteniendo un equilibrio algebraico.

Eso, junto con haber descubierto el mundo del arte fue que me hizo emprender esta otra insaciable carrera de investigar cómo la generación y perdida del valor por medio de la acumulación y desgaste de los símbolos que conforman nuestro imaginario se relacionan con la transformación de nuestros referentes emocionales para develar reflejos y paralelismos entre arte, política, sociedad y economía.

Así es que, más que un estudio de artista, considero mi espacio de trabajo como un gran laboratorio, a veces sin muros, en el cual realizo experimentos desde varias disciplinas pero siempre girando alrededor de lo que llamamos arte contemporáneo.

Te invito a visitar los enlaces en mi sitio web y recorrer algunos de los resultados de mis experimentos (porfa paciencia, estoy en proceso de reconstruir mi sitio web).

La gran mayoría son imágenes y objetos con los que me gustaría convivir y decorar mi espacio -y realmente sucede, la casa está llena- que además me siguen siendo un reto intelectual adentrarme en ellos.

Son parte de mis obsesiones y manifestación de mi personalidad en los que creo que tú también podrías encontrar un reflejo. Ya me contarás.

¿Te gustaría ser parte de esta experiencia convirtiéndote en uno de mis coleccionistas?

Porfavor desecha el mito de que el arte está disponible exclusivamente para grandes presupuestos, ya que para eso hago obra seriada y múltiples.

Si deseas obtener más información sobre mis obra y cómo adquirirla de forma cómoda, regístrate en mi newsletter de noticias de mi laboratorio de arte para recibir información.

Vivir la experiencia del arte es uno de los regalos más enriquecedores para la humanidad. Te lo recomiendo de todo corazón.

Un gran abrazo afectuoso y nos vemos pronto.

Miguel.

Pd. Recuerda suscribirte AQUÍ para estemos comunicados y tal vez un día hasta nos tomamos un café juntos para charlar más.